divendres, 27 de setembre del 2013

Balance personal voluntariado Prepárate 2013 – Barcelona

El pasado jueves, día 26 de septiembre, tuve la oportunidad de participar como orientador profesional en la segunda edición del Prepárate 2013, celebrado en Barcelona.

Era la primera vez que participaba y me gustaría transmitiros un par de buenas sensaciones que me llevé del certamen.

La primera, sobre el evento. Me parece necesario que la sociedad civil, las empresas, las personas, nos organicemos acorde con la realidad que nos rodea, más allá de esperar que los poderes públicos e instituciones nos saquen del atolladero. Principalmente porque a estas alturas ya sabemos que no lo harán y, por lo tanto, no tenemos otro remedio que asumir nuestro nuevo rol. Cierto es que andamos un poco desentrenados en estos nuevos quehaceres y debemos practicar todo lo que podamos. Estas iniciativas son una oportunidad excelente.

En este sentido tengo que felicitar a las personas que nos coordinaban y a todas aquellas que han participado activamente en la preparación y ejecución del evento. Su convicción, profesionalidad y humanidad, me han enriquecido. Escuché alguna autocrítica justo al acabar la jornada por parte de algún@s de ell@s pero, sinceramente, los aciertos respecto a lo que ha funcionado me parecen abrumadores si los contraponemos a los pequeños ajustes a realizar en próximas ediciones. Seguramente la comunicación y difusión formaran parte de esos ajustes a abordar. Además el hecho de contar con tantos voluntarios y participaciones desinteresadas, otorgaba a la jornada un clima fantástico y una gran complicidad y simpatía entre todos.

La segunda, sobre las personas. Desconozco exactamente la calidad y preparación de las personas que están (estamos) empleadas en estos momentos, pero lo que sí pude comprobar en primera persona, es que las desempleadas están más que preparadas para optar a cualquier puesto de trabajo. Tienen la formación, la experiencia y, sobretodo, unas ganas de desempeñarse y demostrar valía que van mucho más allá de la mera necesidad económica. Es un momento extraordinario para las organizaciones que sepan (y puedan) ver la oportunidad de hacerse con talento en sus filas, a un coste directo tan contenido que tardará años en repetirse.

Quizás llevado por el clima mediático tan negativo, me esperaba encontrar a personas cabizbajas, tristes, bloqueadas, empequeñecidas... Me han dado una lección. En la sucesión de entrevistas que pude realizar, me encontré con personas que atesoraban una energía, una visualización de su recorrido profesional, una madurez (sin importar las edades) y una entereza encomiables. Y ello a pesar de llevar un tiempo sin trabajar, más o menos prolongado. En la mayoría de casos llevaban la solución o respuesta a sus dudas dentro, sin ser plenamente conscientes. Tan sólo necesitaban una pequeña reafirmación o “caricia” emocional que fortaleciera su seguridad y les ayudara a moverse en la dirección deseada. Creo que me han ayudado más a mí que yo a ellos y, lo que es seguro, es que me han dado una perspectiva diferente de una parte de la realidad del mercado de trabajo respecto a la que tenía antes del evento. Un 10.



Espero que las ediciones de Madrid y Galicia, sean todo un éxito y si alguien duda en presentarse como voluntario en estas próximas, o en futuras ediciones, desde aquí le animo a que lo haga encarecidamente. La experiencia y el trasfondo, bien merecen la pena.