El
pasado jueves, día 26 de septiembre, tuve la oportunidad de participar como
orientador profesional en la segunda edición del Prepárate
2013, celebrado en Barcelona.
Era la
primera vez que participaba y me gustaría transmitiros un par de buenas
sensaciones que me llevé del certamen.
La
primera, sobre el evento. Me parece necesario que la sociedad civil, las empresas, las
personas, nos organicemos acorde con la realidad que nos rodea, más allá de
esperar que los poderes públicos e instituciones nos saquen del atolladero. Principalmente
porque a estas alturas ya sabemos que no lo harán y, por lo tanto, no tenemos
otro remedio que asumir nuestro nuevo rol. Cierto es que andamos un poco
desentrenados en estos nuevos quehaceres y debemos practicar todo lo que
podamos. Estas iniciativas son una oportunidad excelente.
En este
sentido tengo que felicitar a las personas que nos coordinaban y a todas
aquellas que han participado activamente en la preparación y ejecución del
evento. Su convicción, profesionalidad y humanidad, me han enriquecido. Escuché
alguna autocrítica justo al acabar la jornada por parte de algún@s de ell@s
pero, sinceramente, los aciertos respecto a lo que ha funcionado me parecen
abrumadores si los contraponemos a los pequeños ajustes a realizar en próximas
ediciones. Seguramente la comunicación y difusión formaran parte de esos
ajustes a abordar. Además el hecho de contar con tantos voluntarios y
participaciones desinteresadas, otorgaba a la jornada un clima fantástico y una
gran complicidad y simpatía entre todos.
La segunda,
sobre las personas.
Desconozco exactamente la calidad y preparación de las personas que están
(estamos) empleadas en estos momentos, pero lo que sí pude comprobar en primera
persona, es que las desempleadas están más que preparadas para optar a
cualquier puesto de trabajo. Tienen la formación, la experiencia y, sobretodo, unas
ganas de desempeñarse y demostrar valía que van mucho más allá de la mera necesidad
económica. Es un momento extraordinario para las organizaciones que sepan (y
puedan) ver la oportunidad de hacerse con talento en sus filas, a un coste
directo tan contenido que tardará años en repetirse.
Quizás
llevado por el clima mediático tan negativo, me esperaba encontrar a personas
cabizbajas, tristes, bloqueadas, empequeñecidas... Me han dado una lección. En
la sucesión de entrevistas que pude realizar, me encontré con personas que
atesoraban una energía, una visualización de su recorrido profesional, una
madurez (sin importar las edades) y una entereza encomiables. Y ello a pesar de
llevar un tiempo sin trabajar, más o menos prolongado. En la mayoría de casos
llevaban la solución o respuesta a sus dudas dentro, sin ser plenamente conscientes.
Tan sólo necesitaban una pequeña reafirmación o “caricia” emocional que
fortaleciera su seguridad y les ayudara a moverse en la dirección deseada. Creo
que me han ayudado más a mí que yo a ellos y, lo que es seguro, es que me han
dado una perspectiva diferente de una parte de la realidad del mercado de
trabajo respecto a la que tenía antes del evento. Un 10.
Espero
que las ediciones de Madrid y Galicia, sean todo un éxito y si alguien duda en
presentarse como voluntario en estas próximas, o en futuras ediciones, desde
aquí le animo a que lo haga encarecidamente. La experiencia y el trasfondo,
bien merecen la pena.