dimecres, 14 d’agost del 2013

Vacaciones en la organización

Sirva este post, para desearos lo mejor en este bendito (maldito para otros) mes de agosto. Trabajéis o tengáis la suerte de tener unas vacaciones,  remuneradas a poder ser.

Y es que, cierto es que los tiempos cambian, que las personas y las organizaciones no se paralizan en agosto, que todos nos fraccionamos las vacaciones y las repartimos haciendo malabares a lo largo y ancho del calendario laboral. Pero, la verdad, es que si no se paraliza todo, se parece mucho a la parálisis total.

No me gustaría despedirme, sin antes lanzar una pregunta, muy muy inocente, que me vino al charlar con unos amigos sobre cuánto tiempo deberíamos estar realmente sin trabajar, seguido. Uno de estos amigos, profesora de instituto, reconocía que comparado con el resto disfrutaba de un período más amplio de ocio estival. Pero lejos de ruborizarse, sobre todo ante los comentarios jocosos de la parroquia presente, orgullosa, sentenció – “…pero es que todos deberíamos tener como mínimo un me seguido de vacaciones, y dos a lo largo del año. Si no, ¿cómo vamos a desconectar y volver con energías renovadas a desempeñarnos lo mejor posible en nuestro puesto de trabajo? –

Por supuesto cada persona es un mundo y cada cual necesita las vacaciones que necesita. Y cada empresa adapta las vacaciones de sus empleados en función de su realidad. Pero en cierta manera, ¿creéis que dos semanas son suficientes para volver con fuerza e ímpetu renovado? Pudiendo escoger, ¿cuál sería vuestro mínimo, continuado de vacaciones?


Lo dicho, trabajéis, estudiéis, o disfrutéis de vuestras merecidas vacaciones, los mejores deseos!!